
escribiré todas mis fantasías.
Con esta mano herida
que se reconstruye día a día,
con ella, esparciré tinta
como sangre que recorre
tus pronunciadas venas.
Con este intenso dolor,
sobrepasaré cualquier obstáculo,
y podré rasgar en un papel
cuánto te quiero.
Con este palpitar de mi herida
no me detendré
y será un aliciente más
para amarte un día más.